«La mañana empieza con el zuuuuum del ventilador, situado a metro y medio de distancia y ligeramente inclinado hacia arriba para que refresque los pies del ocupante de la cama.»
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«Esto es una bayeta; azul, blanca y azul. Esto son cuatro vasos, pequeños, tres casi llenos hasta el borde y el cuarto casi lleno hasta el borde y mojado por fuera.»
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«Era de las que no escuchan nada. Nada de nada. Reía, hablaba y cazaba alguna palabra suelta o algún fragmento de conversación para seguir con lo suyo.»
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«Se hundió, he dicho, y me tragó más o menos hasta el apéndice xifoides, lo cual significa, más o menos, un metro cincuenta de bocado entre las paredes de ladrillo de la compañía de aguas.»
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«Afuera, la mañana de diciembre podría ser cualquier otra. Las franjas del corredor, interrumpidas en las junturas de los mamparos, están cambiando del negro de la noche al azul del día, que al cabo de ocho horas será naranja.»
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