Su libro · 30 de mayo de 2011

Es el mejor libelo que he leído sobre el M15M; en resumen, afirma que el movimiento forma parte de una estrategia de Mario Conde y unos cuantos liberales para destruir el Partido Socialista. Dicho así, no parece tan ingenioso; pero si se incluye la procedencia, gana puntos: un medio contrainformativo de cierta izquierda alternativa. Y si añado cómo ha llegado a mis manos, se entenderá la primera afirmación: a través de una militante del PSOE que, al parecer, no ha recibido la orden de fingir inteligencia.

Anécdotas aparte, hay cosas peores que subscribir confabulaciones masónicas. Además, lo que se dice en voz alta no suele ser tan grave como lo que se calla. Durante estas semanas, se han divisado escaqueos fantásticos de personas, organizaciones y publicaciones que, lejos de intervenir en un sentido u otro, han imitado a la mayoría de los autores que pululan por las redes: a mí que me registren, yo estoy aquí por mi libro, pero sin el talento y la mala baba de Francisco Umbral. Al fin y al cabo, hasta el más inocente de los me gusta puede ser una catástrofe para un vendedor. Alguien podría estar mirando.

Hasta el día 15, todas las organizaciones de nuestra izquierda política y sindical coincidían en la dificultad o imposibilidad de movilizar a la gente. La correlación de fuerzas es inadecuada, se decía, no hay ni para una llama. Y de repente, tienen un incendio. Y de repente, se interrumpe su discurso. Y como son lo que son, partidos y sindicatos pensados desde y para los ciudadanos satisfechos, los que tienen, los que viven bien, los que están dentro del sistema, se cruzan de brazos, meten cizaña o saludan con una sonrisa en espera de que la hierba se queme y esto vuelva a ser lo de antes, su libro.

Estamos en la primera fase del M15M. Falta poco para el verano y los líderes de los satisfechos esperan que respetemos sus vacaciones; siempre es igual: decretazos, julio y tres meses de bye bye antes de felicitarnos el otoño con decretazos nuevos. Por mi parte, soy de la opinión de que sus tiempos políticos son lo primero que debemos destrozar; pero ocurra lo que ocurra, tendrán que mostrar sus cartas. Si el M15M se hunde, habrán perdido la última oportunidad de volver a ser. Tan fácil como eso.

Madrid, mayo.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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