Expectativas · 17 de noviembre de 2007

«Desde principios de la década de 1990, la cobertura educativa de los Estados latinoamericanos se ha extendido a la práctica totalidad de la población en edad escolar: 97% en enseñanza primaria y 94% en el primer ciclo de secundaria (*). Es cierto que los resultados en niveles superiores son menos positivos y que se mantienen diferencias acordes al fuerte grado de desigualdad, pero el analfabetismo está a punto de ser erradicado.

»El dato suele pasar desapercibido ante factores como la distribución de la renta y el marco legal. Se olvida que la educación es condición necesaria de la libertad, lo que provoca bastantes errores de juicio a la hora de determinar la evolución social, las expectativas, el propio carácter de una población que está cada vez más lejos de la América «exótica» y atrasada, propensa a experimentos antidemocráticos, que imaginan los turistas políticos. A derecha e izquierda, externos e internos.

»Puntualizo lo último porque la calidad de turista no depende del lugar de nacimiento, sino de la mirada. Muchos de los temores que se manifiestan estos días sobre la posibilidad de que determinados mensajes populistas encuentren eco, son temores mal medidos. Perú no es Argentina, Ecuador no es Guatemala, México no es Chile, pero quien crea que los códigos culturales del conjunto de sus ciudadanos siguen siendo de pandereta, se equivoca de época y de lugar.

»Antes mencionaba una palabra clave: expectativas. De su cumplimiento depende que América salde las cuentas con sus viejos fantasmas.»


Texto perteneciente a la columna América, del diario Público (España, 17 de noviembre).

(*) CEPAL. Panorama social de América Latina 2007.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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