Una victoria · 25 de mayo de 2015

Éste es el sitio donde empieza todo: la calle. Habrá quien diga que no, que la victoria de anoche (24 de mayo) es hija de mamá líder y papá publicidad. Pero a esta chica la parieron aquí, mucho antes de este domingo y para algo más que esto. Tiene la cabeza del apoyo mutuo, el tronco de la resistencia y las extremidades de la movilización. No es simplemente el producto de una alianza —por lo demás, necesaria— entre organizaciones distintas; es el producto de la lucha social y, como lo es, sólo surge donde la lucha social establece bases y vínculos autónomos capaces de agrietar el sistema.

Cuidado entonces con las paternidades. Sin el 15M no habría nada. Sin el movimiento contra los desahucios no habría nada. Sin ocupaciones no habría nada. Sin el trabajo en red no habría nada. Sin la memoria de la impunidad y de los crímenes del franquismo no habría nada. Sin la desobediencia civil no habría nada. Sin los compañeros que sufren multas y cárcel no habría nada. Sin los activistas que niegan en su práctica política el cuento de mamá y papá, anarquistas incluidos y, por tanto, abstencionistas, ni siquiera se habría llegado a los triunfos electorales de ayer, que ojalá sean principio de un triunfo mayor. Ésa es la verdad, y ése es también el camino.


Madrid, mayo.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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