Explicación · 3 de noviembre de 2008

II

Paso sobre rombos grises
y otra vez, otro paso y más rombos
y así sucesivamente porque esto es una acera
corriente
una de tantas
casi siempre iguales en Madrid
grises y grises, como si no quisieran
hacerse notar.
Y lo consiguen.
He visto
docenas de angelitos que creen que pisan nubes
o espejos de los que algunos
muy pocos
extienden su reflejo para dar limosna.
No ver, supongo, es fácil.
Charcos, papeles, colillas,
gris lamentable, vuélvete blanco,
y así funcionan
y así nos retiran el saludo
tanto los que dan como los que no.
Yo soy, más que nunca, suelas en esos rombos.
Paso esquina.



— Jesús Gómez Gutiérrez


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