Y al final, el esperpento · 10 de junio de 2012

Hoy no voy a hablar.

Si les interesa el por arriba, vuelvan a Marx
y empiecen a atar cabos.

Si les interesa el por abajo, toda una España igual que ésta
o más o menos igual que ésta
murió un 14 de abril de 1931
con sus borbones, su bipartidismo, su economía de pandereta y su inevitable acumulación de fantoches.

Si les interesa todo, lean;
nuestra propia literatura, digo, por el lado de los grandes,
porque hay un motivo para que todos los reinos de España
borren el contexto de nuestra propia literatura
por el lado de los grandes:
que parten el corazón de cualquier Reino.

(Y al final, como siempre, el esperpento. ¿Qué hacer? Habla Valle-Inclán.)

«Creo que lo más urgente, lo que inmediatamente debe preocuparnos es hacer la República. La República no está hecha todavía. Vivimos en interinatura. España tiene necesidad apremiante de construir la República seriamente. Y para ello hay que elegir los hombres que deben y pueden asumir esa responsabilidad. ¿Cuáles son? ¿Acaso los republicanos que antes sirvieron a la monarquía y que en este servicio fracasaron? Si esos hombres no supieron gobernar victoriosamente en condiciones mucho más favorables que las actuales, o sea, dentro del cuadro político de un régimen secular, ¿qué confianza pueden inspirar al pueblo en que hay que crear toda una España nueva?»


Madrid, junio.


— Jesús Gómez Gutiérrez


Si les gusta lo que leen


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