Hombre de viaje · 5 de mayo de 2015

    Me estoy mirando en el cristal del vagón
    con una pierna cruzada sobre la otra
    y los brazos cruzados sobre el pecho
    tan sujeto a las sacudidas como él
    tipo que lee
    él
    chaval dormido
    ella
    chica repantingada —me gusta su pelo al uno—
    ésta a mi lado y aquellos enfrente
    y estoy viendo que sonrío un poco
    de comisura arriba por el extremo de las cosas
    aunque yo no me sienta sonreír
    quizá me veo mal
    ojos cansados por exceso de páginas
    y el reflejo con el fondo negro de los túneles
    y el desvaído rallado de una superficie vieja
    podría ser pero lo dudo
    quizá me noto mal y así soy yo al final del día
    a dos paradas de Bilbao, glorieta de.


    Madrid, mayo.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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