La voz · 3 de diciembre de 2009

Será cierto que hay
que dar el brazo y la espada
a torcer,
y sonreír y callar y tragar
y dar cabriolas por el derecho
de que te dejen hablar los hijos de
y los otros hijos de. (Ya lo dicen
los estudiantes alemanes:
Padres ricos para todos.)
Puede ser, corrijo, lo sé perfectamente,
pero siempre se puede hablar por los rincones;
y en cuanto al tiempo
yo no tengo fechas,
paso las hojas cuando me aburren,
compro un calendario, si lo compro, por las fotografías,
y no marco nada en él.
Afuera es invierno o verano, como dentro,
y hay números rojos y zonas blancas o en gris.
Di-ciem-bre,
¿ya te has fijado?


— Jesús Gómez Gutiérrez


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