Cosas que pasan · 31 de marzo de 2010

Yo debía ser algo en un escritorio,
una lámpara, un pisapapeles, un sello,
una pantalla, una nota
que refiere a otra nota,
también la caja de aspirinas
y luego, con los años
un condón con sabor a dinero
pero algo,
acorde a los test de inteligencia,
a las niñas que me tiraban el balón.
Yo debía ser algo en un agujero negro,
debía
medir lo que el perro que no muerde la mano
lo que las babas de ser cauteloso
lo que contente, detente, calla,
una frase fácil y una duda fácil
pura simpatía
todo cálculo
pero me quedé así, mira tú,
en la madre que me trajo.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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