Construcción de un idiota · 11 de octubre de 2011

En el infarto de la recesión
cuando no se sabía si el muerto caía
hacia un lado u otro
llegó el ángel de la deuda eterna y le dijo:
aguanta.
Y aguantó.
Con los puños de la camisa encolados.
Y la polla escondida a la derecha.
Y el karma de haber dejado de fumar.
Aguantó.

Zum, zumbaban los exportadores alemanes
zum, zumbaban los bancos
zum, zas
otro infarto
el enésimo
y el ángel erre que erre.

Tiempo después, ya sin espalda
hundida hasta el recto
de una recesión dentro de una recesión dentro de una recesión
le embargaron la cuenta
y el ángel dijo:
vota.
Y votó.
Contra los inmigrantes que quitan el trabajo.
Contra la perversión moral de nuestros días.
Por la nación española
catalana
vasca
tu madre.


Madrid, octubre.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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