Por creer · 8 de marzo de 2012

    Cuesta creer
    que de tanto dolor no surja un grito,
    porque todo dolor grita,
    de una u otra forma
    grita.

    O no, pensándolo bien, no cuesta:
    es
    el miedo
    la vergüenza
    el orgullo
    o al revés del revés la cara
    menos recomendable de la esperanza:
    si aguanto otro día,
    si transijo otro día
    y sólo sucede que se aguanta otro día
    se transige otro día.

    Por creer, lo que cuesta
    es creer
    que ante tanto dolor no surjan gritos
    de protesta
    ¡Mío!
    de los que no gritan porque lo tienen todo
    salvo el dolor.




— Jesús Gómez Gutiérrez


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