Eh · 21 de abril de 2014

    Se acercan las siete de un lunes
    por la acera de una calle de Madrid
    lo marca el reloj de una tienda
    lo llaman:
    ¡Eh!
    Nadie.
    La lluvia, balcones cerrados, portales cerrados.
    ¡Eh!
    ¿Quién llama?
    Nadie.
    Y va tan dentro de sí mismo
    que es verdad que no ve a nadie
    tac, ya son las siete
    lo llaman:
    ¡Eh!
    Sigue andando, recto, perfecto
    por la política de la noche de un país
    lo tiene todo pensado
    llama:
    ¡Eh!
    Nadie.
    La lluvia, el paraguas, salpicaduras.
    ¡Eh!
    ¿Quién responde a quien no mira?
    Nadie.


    Madrid, abril.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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