Resumen · 10 de junio de 2014
- Ocurre muchas veces (no siempre, eso es lo bueno)
oh cómo ha podido pasar, oh cómo llegamos aquí, dónde se manchó
el blanco de los ojos y otros blancos muy blancos,
aunque sólo lo fueran por contraste.
En alguna hora del pasado hubo un aviso
pero le diste la espalda o, peor (pero más valiente), quemaste el aviso.
Voy a imitar el viento: (Sonido de viento.)
Madrid, junio.
— Jesús Gómez Gutiérrez