Dulce · 7 de agosto de 2015

    Todo apestosamente dulce, un mundo de azúcar industrial:
    los refrescos, la política, la literatura, la música,
    y todo como el azúcar, disgregado, todo industrialmente embustero,
    suave suave hacia la última vez.



    Madrid, agosto.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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