¿Qué son? · 22 de junio de 2014
Tengo por aquí un par de dudas; lo que no tengo es la menor esperanza de que los aludidos contesten con claridad y en una tribuna tan pública como los cargos que ocupan, pero las dejo caer de todas formas:¿Sabían ustedes que España es una monarquía y, en consecuencia, tiene un rey? ¿Sabían que ese rey iba a abdicar en algún momento?
Supongo que la respuesta es positiva en los dos casos. Sería de lo más original que no lo fuera. Y como ustedes son gente que afirma estar por la República o, al menos, no por la monarquía (pregunta extra, no dirigida a anarcas: si no quieren monarquía ni están por la República, ¿qué quieren? ¿El imperio?), mi tercera duda es de cajón: ¿Habían previsto algo para la abdicación del rey? Algo, digo; algún tipo de campaña que no se tuviera que montar deprisa y corriendo, Oye, que teníamos rey y acaba de abdicar, ¿Qué me dices? y así.
¿No? ¿No habían previsto nada? Qué cosas. Es como cuando te llaman en mitad del trabajo y estás a punto de servirte un café y abres el frigorífico y sacas la leche y de repente tienes un cartón de leche pegado a la oreja y el teléfono en el frigorífico. Pues igual con la monarquía. Cuarenta años para organizar algo, una campaña, no digo ni siquiera un plan y, coño, el cabrón tiene la mala baba de abdicar justo en el momento en que ustedes le están diciendo a su primo —en realidad, a un filete de merluza— que la llamada le va a salir por un ojo de la cara porque ya dura cuarenta años.
Bueno, no seamos rencorosos; cualquiera tiene un lapsus. El tipo abdica, los amigos del siguiente organizan la coronación del siguiente y ustedes, que por fin están atentos, ¿organizan qué para el día de la coronación? ¿Una marcha? ¿Una concentración? «¿Una sombra, una ficción y el mayor bien es pequeño?» ¿Una fiesta con sus intelectuales y artistas en el Ateneo de Madrid? Porque tiene que ser en Madrid, ¿saben? Porque se le corona en Madrid. Porque, encima, algunos ciudadanos han convocado por su cuenta y riesgo y se van a quedar solos ante una cosilla de 4.300 policías nacionales y 2.700 guardias civiles.
Ah, que no convocan.
Y pasa el tiempo y la fecha se acerca y ustedes hacen la de un editor con un autor petardo, es decir, responder con silencio al Mi libro, ¿qué pasa con mi libro?, que aquí es ¿No vais a convocar?. Y el día anterior, como la banda se ha puesto tan chinche, algunos de ustedes hablan con la prensa y dicen que apoyan pero no convocan y, al llegar el día, abren el frigorífico, clavan los ojos en la merluza y gritan ¡Viva la República! mientras en Madrid apalean a un puñado de subversivos entre los que están, en cantidad desconcertantemente minoritaria —pero están—, algunos de sus propios militantes de base.
¿Por qué?
Ésa es la penúltima pregunta; la última es ésta:
¿Qué son ustedes?
Madrid, junio.
— Jesús Gómez Gutiérrez