Puta · 30 de septiembre de 2016


    En la barra la vieja vestida de rojo,
    hablando la vieja, sola.
    Hay más gente, pero nadie la mira.
    ¿Quién quiere mirar a una vieja
    de rojo la vieja que habla sola?
    ¿Y qué dice? ¿Quién la entiende? Está ob
    viamente loca.
    Un nombre aquí y un nombre allá,
    la ciudad donde estuve, los sueños que tuve,
    lo que pasé, lo que paso, mis hechos y mis amantes.
    Hay más gente, pero sólo hay mundo
    en la puta vieja que imparte su lección.
    Tan tan clara que ha sido (tan explícita: tan bella).
    ¿Quien quiere escuchar a una vieja
    de rojo la vida que habla sola?
    La vida, no un juego infantil.



    Madrid, septiembre.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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