Que no se olvide · 15 de mayo de 2012
- El 15M cumple un año.
No hemos hecho ni la mitad de la mitad de la mitad
de lo que debíamos.
Hemos sido más humo que llama. Y más palabrería que acción.
Si damos un paso atrás, fuera del grupo, se oye: «no es suficiente».
Y es cierto.
No es suficiente en prácticamente ningún sentido.
Tenemos voz, tenemos redes, tenemos fuerza y creamos un símbolo tras otro.
Tomamos las calles, nos echan, volvemos.
Ponemos cuerpos y nombres
para que la policía y los jueces pongan golpes y condenas.
Y ahora, como somos muchos, nos vuelven espectáculo.
Todo eso es cierto, con toda su ironía.
Pero quién ha hecho más. O mejor, quien hecho algo
que, por comparación, dejara nuestra escasez en nada.
Nadie.
«Esposados y mirando a la pared, durante varias horas»:
así estuvieron algunos de los nuestros el 13M.
Esposados y mirando a la pared, día tras día, están los que callan
porque no nos entienden
porque no nos controlan
porque ponemos en peligro
su pragmatismo que apesta a privilegios.
Que no se olvide nunca en la hora de las críticas.
Y basta de palabras.
Madrid, 15 de mayo.
— Jesús Gómez Gutiérrez