El fondo · 23 de julio de 2012

    Vivimos en el fondo, achicando agua,
    con la cabeza sumergida.
    No la levantes —dicen—, corre
    hay otro agujero
    no la levantes,
    peligro:
    como si ahogarse entre tablones
    fuera ahogarse menos que ahogarse fuera.

    Pero ésa no es la verdad.

    A veces, alguien se queda inmóvil
    y flota hasta la superficie.
    Nunca ve un barco, sino un pozo
    estrecho
    profundo
    ya casi interminable
    en cuyo fondo morimos, sacando agua
    para que otros beban.

    Madrid, julio.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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