Rincón · 28 de septiembre de 2013
- No, claro que una marcha no hace República,
ni una ni dos ni mil, por muchos pies que lleven.
No es cuestión de pies, sino de cabeza.
Dura y despreciada cabeza.
Y de algo más adentro.
Yo lo sé y tú también lo sabes,
ya somos mayorcitos para andar con tonterías.
Un acto es un rincón, bien poca cosa.
Y así no se hace República.
Si querías una excusa, ya la tienes.
Te la regalo entera, para que estés más cómodo
en tu falta de actos, de pies y de cabeza
y de algo más adentro.
No, claro que un rincón no hace República,
menuda república una de rincones.
Pero vendrá y tú estarás dormido,
adicto al subtgerfugio de la razón sin actos,
ajeno al porqué.
Madrid, septiembre.
— Jesús Gómez Gutiérrez