Ella, coraje · 17 de enero de 2014

2. El contexto: veinticinco o treinta furgones; antidisturbios en Sol, Benavente, Gran Vía; controles en Tirso; antidisturbios en Aduana; antidisturbios junto a la boca de Mesón de Paredes; antidisturbios en Preciados; antidisturbios en Callao; filas y más filas de antidisturbios, parejas sueltas de antidisturbios, grupos sueltos de antidisturbios, formaciones enteras de antidisturbios; cascos, porras, vallas, uniformes. Si no fuera por esos chicos, Madrid sería «Casa tomada» (Bestiario, 1951), con la pareja retrocediendo y retrocediendo hasta el zaguán y, al final, perdida hasta la última habitación, a la calle,/ perdida la casa.
3. Ella, que después sale en los vídeos. Le han puesto una multa «por decir que no estoy de acuerdo con este país». Le preocupa que la multa hunda a sus padres. Rabia, frustración, desesperación. Ella y su amigo son barrio, de los barrios donde yo mismo crecí/ y la misma voz, la misma ropa. Ella, coraje, que después sale en los vídeos y dos mujeres que la triplican en edad: hay que ver sus miradas (¿cómo es posible?). El helicóptero las sobrevuela, busca, acosa; sin pretenderlo, su ruido marca los lugares donde queda vida y su ausencia, los lugares donde no.
Madrid, enero.
— Jesús Gómez Gutiérrez