Sobre el 15M y la izquierda · 20 de junio de 2011

Esta semana, un compañero de CC.OO. negaba legitimidad al M15M para convocar una huelga general; desde su punto de vista, suplantaría el papel de los sindicatos mayoritarios y estaría condenada al fracaso. Son dos afirmaciones interesantes, que dan por sentadas muchas cosas y no todas correctas. Pero hay algo más interesante si cabe: Qué ocurriría si el M15M convoca una huelga general y los sindicatos mayoritarios se cruzan de brazos.

Ni la izquierda política ni los sindicatos mayoritarios entienden el espíritu de este movimiento. Nosotros no nos situamos en su eje izquierda-derecha; no nos situamos en él porque ya no se corresponde con la dicotomía real, la que se establece entre explotadores y explotados, la que la izquierda política abandonó. Por qué la abandonó, es problema suyo. Entre tanto, el M15M seguirá en su defensa de los explotados, desde impedir los desahucios de trabajadores hasta dificultar las redadas de inmigrantes, pasando por cualquier otra medida que se considere oportuna.

Entre nosotros hay gran cantidad de personas que proceden de IU, del PSOE y de Comisiones Obreras. Algunos están aquí porque quieren arrastrar el movimiento hacia sus posiciones, pero la mayoría lo está porque se siente representado y porque está harto de la dejación de funciones de sus sindicatos y sus partidos. Hace unos días, vimos otro ejemplo de ese estado de opinión: las bases de IU en Extremadura decidieron no apoyar a los socialistas porque estos no quisieron llegar a un acuerdo programático. Como era de esperar, los medios y los periodistas cercanos al PSOE se lanzaron a una cacería que uno de ellos, Ignacio Escolar, resumía de este modo en su twitter: «Vuelven los 90. Vuelve la pinza». Y enseguida llegaron las acusaciones de traición.

Me atrevo a afirmar que si las federaciones de Izquierda Unida hubieran preguntado a sus bases en toda España, se habrían dado bastantes casos como el de Extremadura. Es verdad que parte de ese rechazo es izquierdismo del viejo, pero otra parte, la que nos debería interesar, es cansancio frente a la propia dirigencia de IU y frente a un hecho indiscutible: cada vez que la izquierda da un cheque en blanco al PSOE para que alcance un Gobierno, el PSOE se queda con el cheque y gobierna con el PP en todo lo importante. Ésa es la única pinza, amigo Escolar, ahora y en la década de 1990. De hecho, eso es lo que ha destruido la izquierda política.

Cuando formulé la pregunta del primer párrafo al compañero de CC.OO., me contestó que no pasaría nada y que los sindicatos seguirían donde siempre y como siempre. Esperemos que quede en hipótesis, porque el M15M sobreviviría al error de convocar una huelga contra ciertos sindicatos, que no es lo mismo que convocarla sin ellos; pero los sindicatos pagarían caro el error de mantenerse al margen. Durante años, hemos soportado sus renuncias porque eran la última línea de contención. Si se quieren suicidar, sólo tienen que dejarnos en la estacada.

Madrid, junio.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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