Un deseo · 30 de diciembre de 2011

Para una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce y así sucesivamente, una a una, hasta llegar a la última persona de todos los millones de personas que se resumen en un 21,8, el porcentaje de la población española que, según las estadísticas oficiales, se encuentra en «riesgo de pobreza relativa».

Para una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce y así sucesivamente, una a una, hasta llegar a la última persona de todos los millones de personas que se resumen en un 26,7, el porcentaje de la población española que, según las estadísticas oficiales, se encuentra «en riesgo de pobreza y exclusión social».

Para una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce y así sucesivamente, una a una, hasta llegar a la última persona de todos los millones de personas que se resumen en un 21,5, el porcentaje de la población española que, según las estadísticas oficiales, se encuentra en paro.

Para todas ellas, explotadas, expulsadas, engañadas, despedidas, desahuciadas, estafadas, despreciadas, humilladas y olvidadas una a una en un país donde el 20% de la población más rica gana siete veces más, siete, según las etcétera, que el veinte por ciento más pobre, feliz año y un deseo: Que esta España de reyes y señoritos se pudra y muera; que dentro de uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once y doce meses, cuando volvamos a cambiar diciembre por enero, sea un mal sueño.

Madrid, diciembre.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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