Dilemas argentinos · 29 de marzo de 2008
Dudo que Cristina Fernández de Kirchner desconozca la obra de Raúl Prebisch, que además de compatriota suyo también fue el introductor de Keynes en América Latina y, en palabras de otro de los grandes, Celso Furtado, «el economista latinoamericano más influyente de todos los tiempos». Y si lo desconoce, los argentinos hacen bien en alarmarse. Sus últimas medidas económicas huelen a búsqueda de atajos y tal vez a renuncia a afrontar los problemas de fondo.
Como se sabe, Prebisch era contrario a los impuestos a las exportaciones y favorable a otras vías impositivas. No sólo por aprovechar las ventajas comerciales de cada país y utilizarlas en beneficio del desarrollo, sino porque los primeros pueden exacerbar las desigualdades: son impuestos sobre la producción, no sobre la renta y el patrimonio, que en este caso gravan del mismo modo a grandes y pequeños productores con independencia de sus ingresos y de las características de cada zona.
El gobierno de Cristina Fernández no ha inventado ese modelo; sólo ha introducido una escala móvil en función de los precios internacionales, con la intención evidente de aumentar los recursos del Estado. Elige el camino fácil, a corto plazo, frente al difícil de reformar un sistema que sencillamente no funciona. Pero puede corregir el error. O seguir por la senda del demagógico patría sí, colonia no que gritaban sus piqueteros esta semana, entre puñetazos y amenazas.
Versión del artículo publicado originalmente en el diario Público, de España.
Madrid, 29 de marzo del 2008.
— Jesús Gómez Gutiérrez