Una opinión · 5 de septiembre de 2014
Muy en resumen: lo primero y más urgente es la creación de organizaciones de base. Se puede acceder al poder con estructuras sociales subdesarrolladas, de país atascado entre el abandono y el clientelismo; se puede y se debe, porque no queda más remedio, pero sin espacios de reivindicación verdaderamente autónomos, toda política está condenada a ser política de una aristocracia, por muy nuestra o democrática que sea; política débil, por falta de sostén y, atención, política contra la realidad, en el sentido de que, si no se recibe realidad suficiente desde los distintos sectores, gran parte de la realidad queda fuera de la política, oculta tras los intereses o la simple incompetencia profesional de sus intermediarios. Ésa es mi opinión, muy en resumen; quizá, lo único que puedo decir a quien tenga verdadero interés por cambiar las cosas en un proyecto de recorrido largo, que no muera asesinado antes de asaltar los cielos o, peor aún, bajo el peso de su propia ceguera.Madrid, septiembre.
— Jesús Gómez Gutiérrez