Recordando · 9 de julio de 2010

2. Es una nota de Amnistía Internacional y una petición de firma. Imagino que habrá quien, al cabo del tiempo y después de tantas situaciones parecidas, llegue a la conclusión de que la firma o la voz de unos cientos de personas, fuera de la política, no sirve de nada en absoluto; por mi parte, siempre respondo con un poema de Brecht, Refugio nocturno, cuya lectura recomiendo porque dilucida perfectamente la cuestión en lo tocante al desánimo y en lo tocante al fraude de los que quieren hacernos creer que podemos cambiar la realidad sin cambiar las estructuras. Sakineh Mohammadi Ashtiani, mujer, presa desde el año 2005 en Irán por el delito de haber mantenido «relaciones ilícitas» con un hombre, condenada al año siguiente a recibir 99 latigazos y sentenciada por último a morir lapidada por «adulterio», no va a salvar la vida; el régimen iraní ha anunciado que los nombres y apellidos de los que firmamos la petición de Amnistía sólo valen para cambiar las piedras por la horca. No abandones el libro, tú que lo estás leyendo, insiste el poeta.
Madrid, julio.
Fotografía: Fernando Pereira y su hija en 1985.
— Jesús Gómez Gutiérrez
La voluntad de aprender / Trescientas cincuenta mujeres