Mañana seremos más · 20 de febrero de 2012

Los antidisturbios vuelven a cargar en Valencia. Cargan contra estudiantes que piden algo tan revolucionario como una educación digna; cargan contra menores a los que golpean, detienen e identifican de forma impune. Es el país real. Si aparece en los medios, aparece distorsionado o aguado para que no incite a la revuelta; pero en general, no aparece. Viene a ser como el ridículo de las televisiones y la gala de los Goya, con sus figurantes contratados para aplaudir mientras los policías ejercían de guardias privados y se dedicaban a amenazar, expulsar y robar caretas, en pleno Carnaval, a un montón de chavales. En la pantalla pequeña no pasó nada. Vendió una fiesta perfecta. Puro almíbar.

Esto, por supuesto, no es almíbar. Es terrorismo social; la política de un Gobierno ilegítimo que tiene mayoría absoluta sin tenerla ni lejanamente en los votos porque su partido y el Partido Socialista necesitan una democracia secuestrada. ¿A cuántos ciudadanos han detenido desde el 15M? ¿A cuántos han esposado, arrastrado por las calles, pateado, encerrado en furgones y en comisarías? ¿A cuántos han negado en su Estado de excepción? Mientras la España despierta planta cara, los medios de esos dos partidos se encargan de que sus votantes den la espalda a la realidad. Pero la realidad insiste. La baraja está rota. El contrato está roto. Y los partidos y los medios del régimen pueden estar seguros de que no se van a librar de las consecuencias.

Ayer, en Madrid, durante la manifestación del 19 de febrero, sólo había una pancarta en solidaridad con los chicos del IES Lluis Vives. Estaba entre nosotros, en el 15M. No en las filas de los sindicatos mayoritarios ni cerca de los políticos del PSOE que pasaron por allí en busca de una fotografía. Estaba entre nosotros porque son nosotros. Los que hartos de represión y de exclusión, pero también de esperar una respuesta por parte de organizaciones que nos habían abandonado, decidimos salir a la calle y empezar a luchar por otro país. Esta tarde, a las 7, nos concentraremos en Sol para apoyar a nuestros compañeros. Mañana seremos más.

Madrid, febrero.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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