Así somos · 10 de abril de 2012

Insolidarios y desmovilizados. Así nos quieren los que estos días se dedican a derruir los últimos muros del Estado social de la Constitución de 1978. Y si hacemos caso a lo que afirman sus intelectuales y sus periodistas, nos convenceremos de que así nos quieren y así nos tienen. Parece indiscutible. Como recordaba el CIS a principios de mes, estamos en un país donde el 50% de la población no ha participado nunca en ningún tipo de manifestaciones. Con esos mimbres, qué se puede hacer. Abandonemos toda esperanza.

Desde el año 2002, a iniciativa del Comité Permanente de Ciencias Sociales de la UE, se lleva a cabo un estudio de acceso libre y gratuito, la Encuesta Social Europea, que tiene algo que decir sobre ese 50%; concretamente, que significa lo contrario de lo que nos quieren hacer creer: en uno de los cuatro estudios realizados durante la década pasada, España ocupó el segundo puesto de la Unión en porcentaje de asistencia a manifestaciones. En los otros tres, ocupó el primero. Y en todos ellos, dobló el promedio del conjunto de los países que participaron.

Solidarios y movilizados. Así somos y por eso nos temen los que se dedican a subvertir el sentido de un 50%. El país del 15M, que antes fue el país de las movilizaciones contra la guerra de Irak y antes aún el país del mayor movimiento de desobediencia civil desde la guerra de Vietnam, el Movimiento de Objetores de Conciencia, es una República de ciudadanos muy peligrosa para el poder. Estamos abriendo camino. De una sociedad nueva y de un mundo nuevo. Sólo falta que empecemos a ser conscientes de nuestra propia fuerza.

Madrid, abril.


— Jesús Gómez Gutiérrez


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